martes, 25 de mayo de 2010

MULTAS INJUSTAS: Otro negocio estafador de los Estados Capitalistas.




Enterándome que hoy 25 de mayo del 2010, entrará en vigor en España nuevas leyes para crucificar más económicamente a los infractores de tráfico, e incluso a quienes pudieran no serlo, sentí la necesidad de compartir lo que respecto al sistema de multas escribí en el libro: EL PEQUEÑO GIGANTE (La vida de Manuelito Maldonado Lovo). Donde hice hincapié en la manifiesta injusticia de los actuales sistemas de multas, basados mayoritariamente en castigos económicos sobre los infractores. Lo que también demuestra la falta de libertades que tienen los ciudadanos para contrarrestar las injusticias de estos mal llamados sistemas democráticos; porque el pueblo sólo tiene voz cada cuatro o cinco años, en época de elecciones, y un sin fin de temas nunca entran en las propuestas de gobierno ni son tratados en las campañas electorales por los partidos mayoritarios… Y curiosamente, respecto a libertades democrática, hay países que superan a España, como Bolivia o Venezuela, que también curiosamente son duramente criticados mediáticamente para hacernos creer que son países gobernados por régimen dictatoriales; porque son “malos ejemplos” para las falsas democracias neoliberales, pues superándolas en libertad participativa de los ciudadanos en el gobierno, dejan en clara evidencia la falta de libertad de los ciudadanos en las primeras; y esto no les gusta a los poderosos que las gobiernan tras bastidores… Pues en estos países exite en sus legislaciones la opción del Referéndum Revocatorio (que ya fue ejercido por los opositores contra Evo Morales hace algunos años, para salir de él fortalecido como presidente con más de un 60% de apoyo ciudadano). El Referéndum Revocatorio le da a los gobiernos dos años para gestionar y tras los dos años, si se nota malestar ciudadano, se puede llamar al pueblo a las urnas para decidir si expulsa a sus gobernante porque lo están haciendo mal... ¿Existe esta libertad en España, Grecia u otros países que se vanaglorian por sus libertades democráticas?... ¿Qué ocurriría si hoy se hiciera Referéndum Revocatorios en algunos países Europeos?... ¿Qué clase de democracia es que los pueblos tengan que soportar gobiernos a toda costa durante años aún sintiéndose engañados?...
Pues aquí está lo que escribí respecto a la injusticia manifiesta bajo las multas económicas impuesta a los ciudadanos, que no sólo sirve para las de tráfico, sino para todo aquello que esté basado en castigos económicos:

“Una multa de tráfico tiene como fin principal escarmentar al conductor que ha cometido una infracción. Pero el escarmiento no será nunca el mismo al considerar que todos los hombres son iguales. La multa, siendo un escarmiento de carácter económico, no es justa para todos, pues NO SOMOS IGUALES en nuestro poder adquisitivo. Supongamos que una infracción se paga con 70 dólares: ¿Será igual el escarmiento para un señor que gana mil dólares al mes, que para un señor que gana cien dólares?... ¿Qué temor puede impedir a un multimillonario incurrir en una infracción donde sólo tenga que pagar setenta dólares?... El escarmiento de una multa de cien dólares hacia un multimillonario, nunca será igual que para quien gana 200 dólares al mes, que temerá perder la mitad de su sueldo. La multa económica basada en una falsa igualdad de individuos, pierde su justicia en su planteamiento. Así los ricos y poderosos viven sin temor a la justicia, que en estos casos se vuelve inútil e inservible para su fin principal de escarmentar: El multimillonario seguirá delinquiendo, ya que le compensa perder unos céntimos de su fortuna por conducir como desee. Esta lógica tan sencilla de razonar, puede aplicarse a miles de situaciones que siguen engañándonos con justicias obsoletas que sustentan la corrupción mundial…. Nunca seremos iguales ante la ley hasta que la justicia valore las penas en base al escarmiento hacia los infractores y deje de trabajar por un interés económico rígidamente impuesto por legislaciones arcaicas, que nadie se atreve a modificar porque aquellos que han de modificarlas, no quieren ser como los demás ciudadanos.” Trozo del libro: (El PEQUEÑO GIGANTE. (La vida de Manuelito Maldonado Lovo).

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