POR ISAAC FERNÁNDEZ DE LA VILLA.
Durante siglos escuchamos a religiosos decir: “Dios es Amor”. Sin embargo, aquello dentro de este concepto “Amor”, se nos presenta bajo distintos grados de manifestación, y sobre todo, por muy útil que nos sería, no tenemos un interruptor para activar y desactivar nuestros sentimientos de relación hacia cosas, personas, animales, e incluso hacia aquello llamado Dios, Ser Supremo, Ser divino, el Todo, o como cada cual se sienta cómodo llamándolo.
Por cómo nos educaron, muchos hombres incluso terminamos temiendo la palabra “Amor”, ¿quizá cuando descubrimos que no sentimos como aquellos que aparentan estár llenos de tal cosa?... ¿quizá porque tal palabra se desprestigió llevándose al grupo de “lo cursi”, o de ser cosas de mujeres cuando se sale del acto sexual que sí nos hicieron creer que es algo muy “macho”?...
“Hacer el Amor”, decimos como si nada cuando hablamos de “hacer el Sexo”, de “realizar actos Eróticos”, lo cual está muy lejos de los conceptos elevados de la palabra “Amor”… ¿Cómo somos capaces de equiparar aunque sea coloquialmente, un acto sexual por puro placer carnal, con el Amor que siente una madre por su hijo?... Y ciertamente el verdadero Amor, o por lo menos su manifestación humana más elevada, está más visible en las mujeres que en los hombres. De ejemplo, el saludo entre seres humanos en España: En este país las mujeres acostumbran a dar dos besos al saludar, sea que saluden a hombres o a mujeres, sin embargo el saludo entre hombres es el darse la mano. Sin pretender generalizar, pues poco a poco todo va cambiando o puede cambiar, y considero que ni todas las mujeres son iguales, ni lo son todos los hombres, aunque por los porcentajes que definen ciertas particularidades de tan grandes grupos, se permita cierta generalización a la hora de hablar sobre ellos.
Sobre la palabra AMOR podemos encontrar que se dice en la Biblia: DIOS ES AMOR, Y AQUEL QUE MORE EN EL AMOR MORA EN DIOS, Y DIOS EN ÉL... Pueden imaginarse lo que pensará sobre Dios, la Biblia, y sus enseñanzas, toda persona que siente no ser capaz de Amar, y con ello estár claramente excluido por lo religioso que conoce y afirma de esta forma… Pero, ¿por qué no podemos Amar?:
Fuimos sometidos durante siglos a una aberrante educación orientada hacia la autorepresión sensitiva y la competencia contra los demás compañeros desde niños, con faltas de afectos familiares, y sujetos a mofa cuando quizá quisimos besar inocentemente a alguna compañera de clase (si es que estudiamos en colegios mixtos), o simplemente sentirnos amados con el abrazado inocentemente de nuestros mejores amigos, sin que nada de esto significase preámbulos de cama y sexo: LA EDUCACIÓN ACTUAL NECESITA SER CAMBIADA CON URGENCIA.
LA GRAN MAYORÍA DE NOSOTROS FUIMOS INCAPACITADOS PARA AMAR DE VERDAD, SIQUIERA A UNA MUJER O A NUESTRA PROPIA FAMILIA… Y confundimos el Amor con posesión, con propiedad personal, con la búsqueda del placer carnal y posesivo…
Curiosa paradoja: La Iglesia Católica pretendiendo durante siglos que amemos algo metafísico llamado Dios, y al mismo tiempo propiciando que la humanidad fuese discapacitada para Amar siquiera en grados físicos… ¿Cómo podremos ser capaces de Amar algo que no comprendemos cuando ni siquiera podemos hacerlo con lo que tenemos al lado?... Todo acto de Amor como una acaricia o un abrazo entre niños o jóvenes lo consideraron cosa del diablo, cosa de sexualidad y erotismo, para al final descubrir que con toda aquella represión de nuestra innata necesidad de Amar y ser Amado, nos hemos llenado de numerosos traumas… Y si la represión fue muy extrema, como la de aquellos que no estando preparados asumieron votos de castidad más por posición social y un salario mensual que por vocación y preparación espiritual, vemos cómo estas represiones se convirtieron en las aberraciones pedófilas que no cesan de salir a la luz pública por parte de innumerables religiosos Católicos. Aberraciones en quienes durante años quizá etuvieron difundiendo que amásemos a Dios por la fuerza, con inútiles sacrificios y represión, que sólo provocaron nuestro rechazo hacia todo lo relacionado con Dios y ese Amor que deberíamos sentir de forma natural, tanto hacia él, o ella, o ello, como primeramente hacia nosotros mismos y todos nuestros hermanos humanos. Entonces, al escuchar la frase “Dios es Amor”, comenzamos a rechazar tanto a Dios como los sentimientos de Amor elevados, pues son cosas que no pudiendo sentir realmente por cómo nos educaron, elegimos el sexo, que sí podemos sentir por muy insensibles amorosamente que seamos. Y así, siendo incapaces de Amar realmente, nos convertimos en adictos sexuales, lo que supone una enorme esclavitud, porque podemos sentir Amores más elevados en la escala del Amar hasta para dejar de necesitar tener relaciones sexuales sin dejar de Amar por ello, e incluso Amando mucho más con ello, porque nos sentiremos más completos cuando alcancemos esa calidad de “Amor” que desde pequeño se nos prohibió, pues nos educaron hacia la discapacidad de sentirlo…
“¿Que el ser humano puede estar libre de necesitar sexo?”, pueden gritar asombradas muchísimas voces que no conocen otra forma de actuar en ellos y a su alrededor, que el tener tal necesidad y ser utilizada incluso para elevar el orgullo de la personalidad condicionada (nuestra programación mental): Pues Sí, el hombre puede dejar de necesitar sexo, ser libre de tal necesidad, y sin represión de ningún tipo, intentarlo por represión sólo es la mejor forma de crear aberraciones en nuestro proceso evolutivo.
“¿Quiere decir esto que rechacemos toda nuestra sexualidad?”… Estoy hablando de una necesidad que deja de serlo, de una adicción que deja de serlo, lo cual no implica que elijamos tener sexo cuando creamos conveniente. Se trata de decidir por nosotros mismos, no que necesidades realmente innecesarias para seguir vivos elijan por nosotros; pues de esto último se trata la esclavitud subjetiva que sufrimos como humanos, o almas encarnadas en cuerpos físicos; que nuestros deseos y necesidades elijen por nosotros la vida que llevamos.
“¿Cómo se puede hacerse esto?”... Contestar no sería sencillo si contemplamos la individualidad de cada cual y sus condicionantes, pero el primer paso para cambiar algo en nosotros mismos siempre es "Darnos Cuenta" que nos conviene realizar cambios, que algo en nuestra forma de actuar, sentir, o pensar, nos hace daño o incomoda, y entonces elegimos cambiar en nosotros lo que queramos: Ya nos programaron desde pequeños para ser adictos a lo innecesario, ¿por qué creer que no podemos desprogramarnos o reprogramarnos hacia lo que queramos para dejar de sufrir?... Eso sí, esto no es cosa de un día para otro, y según qué asunto tratemos, tampoco lo será de un año para otro. Pero una cosa si hay que tener muy clara, la represión no es el camino hacia Amor… De esto que también necesitemos cambiar las políticas de guerras, de bloqueos, y de represiones de unos países con otros, pues con estas cosas sólo estamos sembrando más de lo mismo hasta que caigamos al precipicio como humanidad.
Por cómo nos educaron, muchos hombres incluso terminamos temiendo la palabra “Amor”, ¿quizá cuando descubrimos que no sentimos como aquellos que aparentan estár llenos de tal cosa?... ¿quizá porque tal palabra se desprestigió llevándose al grupo de “lo cursi”, o de ser cosas de mujeres cuando se sale del acto sexual que sí nos hicieron creer que es algo muy “macho”?...
“Hacer el Amor”, decimos como si nada cuando hablamos de “hacer el Sexo”, de “realizar actos Eróticos”, lo cual está muy lejos de los conceptos elevados de la palabra “Amor”… ¿Cómo somos capaces de equiparar aunque sea coloquialmente, un acto sexual por puro placer carnal, con el Amor que siente una madre por su hijo?... Y ciertamente el verdadero Amor, o por lo menos su manifestación humana más elevada, está más visible en las mujeres que en los hombres. De ejemplo, el saludo entre seres humanos en España: En este país las mujeres acostumbran a dar dos besos al saludar, sea que saluden a hombres o a mujeres, sin embargo el saludo entre hombres es el darse la mano. Sin pretender generalizar, pues poco a poco todo va cambiando o puede cambiar, y considero que ni todas las mujeres son iguales, ni lo son todos los hombres, aunque por los porcentajes que definen ciertas particularidades de tan grandes grupos, se permita cierta generalización a la hora de hablar sobre ellos.
Sobre la palabra AMOR podemos encontrar que se dice en la Biblia: DIOS ES AMOR, Y AQUEL QUE MORE EN EL AMOR MORA EN DIOS, Y DIOS EN ÉL... Pueden imaginarse lo que pensará sobre Dios, la Biblia, y sus enseñanzas, toda persona que siente no ser capaz de Amar, y con ello estár claramente excluido por lo religioso que conoce y afirma de esta forma… Pero, ¿por qué no podemos Amar?:
Fuimos sometidos durante siglos a una aberrante educación orientada hacia la autorepresión sensitiva y la competencia contra los demás compañeros desde niños, con faltas de afectos familiares, y sujetos a mofa cuando quizá quisimos besar inocentemente a alguna compañera de clase (si es que estudiamos en colegios mixtos), o simplemente sentirnos amados con el abrazado inocentemente de nuestros mejores amigos, sin que nada de esto significase preámbulos de cama y sexo: LA EDUCACIÓN ACTUAL NECESITA SER CAMBIADA CON URGENCIA.
LA GRAN MAYORÍA DE NOSOTROS FUIMOS INCAPACITADOS PARA AMAR DE VERDAD, SIQUIERA A UNA MUJER O A NUESTRA PROPIA FAMILIA… Y confundimos el Amor con posesión, con propiedad personal, con la búsqueda del placer carnal y posesivo…
Curiosa paradoja: La Iglesia Católica pretendiendo durante siglos que amemos algo metafísico llamado Dios, y al mismo tiempo propiciando que la humanidad fuese discapacitada para Amar siquiera en grados físicos… ¿Cómo podremos ser capaces de Amar algo que no comprendemos cuando ni siquiera podemos hacerlo con lo que tenemos al lado?... Todo acto de Amor como una acaricia o un abrazo entre niños o jóvenes lo consideraron cosa del diablo, cosa de sexualidad y erotismo, para al final descubrir que con toda aquella represión de nuestra innata necesidad de Amar y ser Amado, nos hemos llenado de numerosos traumas… Y si la represión fue muy extrema, como la de aquellos que no estando preparados asumieron votos de castidad más por posición social y un salario mensual que por vocación y preparación espiritual, vemos cómo estas represiones se convirtieron en las aberraciones pedófilas que no cesan de salir a la luz pública por parte de innumerables religiosos Católicos. Aberraciones en quienes durante años quizá etuvieron difundiendo que amásemos a Dios por la fuerza, con inútiles sacrificios y represión, que sólo provocaron nuestro rechazo hacia todo lo relacionado con Dios y ese Amor que deberíamos sentir de forma natural, tanto hacia él, o ella, o ello, como primeramente hacia nosotros mismos y todos nuestros hermanos humanos. Entonces, al escuchar la frase “Dios es Amor”, comenzamos a rechazar tanto a Dios como los sentimientos de Amor elevados, pues son cosas que no pudiendo sentir realmente por cómo nos educaron, elegimos el sexo, que sí podemos sentir por muy insensibles amorosamente que seamos. Y así, siendo incapaces de Amar realmente, nos convertimos en adictos sexuales, lo que supone una enorme esclavitud, porque podemos sentir Amores más elevados en la escala del Amar hasta para dejar de necesitar tener relaciones sexuales sin dejar de Amar por ello, e incluso Amando mucho más con ello, porque nos sentiremos más completos cuando alcancemos esa calidad de “Amor” que desde pequeño se nos prohibió, pues nos educaron hacia la discapacidad de sentirlo…
“¿Que el ser humano puede estar libre de necesitar sexo?”, pueden gritar asombradas muchísimas voces que no conocen otra forma de actuar en ellos y a su alrededor, que el tener tal necesidad y ser utilizada incluso para elevar el orgullo de la personalidad condicionada (nuestra programación mental): Pues Sí, el hombre puede dejar de necesitar sexo, ser libre de tal necesidad, y sin represión de ningún tipo, intentarlo por represión sólo es la mejor forma de crear aberraciones en nuestro proceso evolutivo.
“¿Quiere decir esto que rechacemos toda nuestra sexualidad?”… Estoy hablando de una necesidad que deja de serlo, de una adicción que deja de serlo, lo cual no implica que elijamos tener sexo cuando creamos conveniente. Se trata de decidir por nosotros mismos, no que necesidades realmente innecesarias para seguir vivos elijan por nosotros; pues de esto último se trata la esclavitud subjetiva que sufrimos como humanos, o almas encarnadas en cuerpos físicos; que nuestros deseos y necesidades elijen por nosotros la vida que llevamos.
“¿Cómo se puede hacerse esto?”... Contestar no sería sencillo si contemplamos la individualidad de cada cual y sus condicionantes, pero el primer paso para cambiar algo en nosotros mismos siempre es "Darnos Cuenta" que nos conviene realizar cambios, que algo en nuestra forma de actuar, sentir, o pensar, nos hace daño o incomoda, y entonces elegimos cambiar en nosotros lo que queramos: Ya nos programaron desde pequeños para ser adictos a lo innecesario, ¿por qué creer que no podemos desprogramarnos o reprogramarnos hacia lo que queramos para dejar de sufrir?... Eso sí, esto no es cosa de un día para otro, y según qué asunto tratemos, tampoco lo será de un año para otro. Pero una cosa si hay que tener muy clara, la represión no es el camino hacia Amor… De esto que también necesitemos cambiar las políticas de guerras, de bloqueos, y de represiones de unos países con otros, pues con estas cosas sólo estamos sembrando más de lo mismo hasta que caigamos al precipicio como humanidad.
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