¿Por qué elegimos sufrir como si la vida se acabase cuando algo nos decepciona?... Podríamos reflexionar para lograr traer esperanzas hacia un futuro mejor.
A nuestra disposición siempre está considerar que lo aparentemente negativo tiene un propósito positivo y elevado. ¿Por qué no hacemos esto?...
Vemos algo, lo comprendemos según nuestro Condicionamiento, lo juzgamos, y se da el Sentimiento resultante.
Siendo una mujer escuchando una conversación, que trata sobre un marido que “dejó” a su esposa por irse con otra mujer, quizá más joven, tenderemos a formar conclusiones que usualmente, poco o nada tienen que ver con la realidad del suceso; ya que valoramos sólo, la forma externa del mismo. Ignoramos qué pasaba realmente en el matrimonio, pero juzgamos su totalidad basándonos en parte ínfima, que no abarca en absoluto, años de convivencia. Pero con la insignificante valoración, somos capaces de sentir gran repulsa hacia todos los hombres del mundo, incluido nuestro marido.
De igual forma, si siendo hombres nuestra mujer se va con otro, dolidos podemos criticarla hasta odiar todas las mujeres del mundo. Estas dinámicas absurdas se extienden por nuestras sociedades como cáncer: Criticamos y juzgamos destruyendo y contaminando fuera, cuando la causa de sentirnos dañados está dentro. Pocas veces recordamos aquellos sucesos donde acontecimientos dolorosos, nos llevaron a mejores circunstancias, que no tienen por qué ser solamente en sus aspectos económicos o materiales. Estamos programados para pensar en negativo, hacia el temor, hacia el miedo al futuro, nos condicionaron al dicho: “Piensa mal y acertarás”. No solemos reflexionar si; ¿es posible que sea tal programación destructiva la que atraiga a nosotros los sucesos desagradables?… ¿Estamos creando las circunstancias de nuestras vidas con nuestros pensamientos?… ¿Somos realmente creadores de nuestras propias vidas?… Si internamente nutrimos sentimientos desagradables, ¿estamos creando un exterior con la misma cualidad?...
Según sentimos dentro, será el mundo por fuera. Esto es algo real, al cambiar nuestro punto de vista interno, el exterior se va modificando. Un joven que cambió su percepción tras descubrir, que resultaba poco rentable el trasnochar: Comenzó a cambiar su vida, primero dentro de si, descubriendo y sintiendo realmente la nueva perspectiva hacia un ocio destructivo que lo poseía. Luego, cambiando por dentro logró circunstancias más positivas fuera: Lo que antes eran días oscuros de resaca y malestares por exceso de alcohol, se transformaron en días luminosos, de disfrute al aire libre, y amistades más convenientes para su nueva situación.
Existe el dicho: “Ten cuidado con lo que deseas, que puede convertirse en realidad”. Este nos advierte que nuestros deseos crean efectos en el entorno, y dejándonos desear a la ligera, sin pararnos a reflexionar ni un segundo, las consecuencias para satisfacer tales deseos, podrán traernos tantas desgracias para llegar a lo deseado, que podemos acabar cansados y arrepentidos de haberlos deseados aún cuando logramos obtenerlos.
El buscador reconoce que los juicios internos creadores de sentimientos destructivos, son venenos que alimentan y mantienen nuestra infelicidad y frustración. De ahí que se esfuerza en no juzgar, comprendiendo la profunda realidad en la enseñanza Bíblica: “No juzgues, o serás juzgado”.
Aclaremos conceptos: No es igual una crítica destructiva que una constructiva, y si consideramos la palabra crítica o juicio, ya de por si como algo destructivo, deberíamos mejor cambiar la palabra. La terminología confunde nuestras comprensiones, y por esto existen por el mundo numerosos fanáticos por irreflexión, interpretando literalmente los textos para caer en el llamado; “pecado de adulterio”. Porque adulterar, no sólo es fornicar, como muchos consideraron con la interpretación literal más básica, también se aplica a “adulterar los significados más profundos de las enseñanzas espirituales”, o a crear juicios y críticas destructivas al estar mecanizados para ello. Con el adulterio tergiversamos las verdades más profundas sobre el significado de nuestras existencias: Así, mientras vivamos en base a Egos Condicionados, nuestras vidas son puro adulterio.
(De EL BUSCADOR DE LA FELICIDAD. La Evolución del Ser Parte 4.http://www.bubok.es/libros/195902/EL-BUSCADOR-DE-LA-FELICIDAD-La-Evolucion-del-Ser-Parte-4)
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