Geoffrey Szuszkiewicz, un contable de 31 años, y su amiga Julie Phillips, asesora de comunicación de 29 años, tomaron en agosto de 2013 una decisión que, aseguran, ha cambiado su manera de ver la vida: pasar un año entero sin comprar nada que no fuera imprescindible.
La idea surgió mientras charlaban sobre el consumismo. Crearon un blog llamado ‘Buy Nothing Year‘ (‘un año sin comprar nada’) y abrieron una cuenta en Twitter con el mismo nombre, relata un artículo publicado en la revista ‘Forbes‘. Los medios se hicieron eco del proyecto de estos dos canadienses y fue entonces cuando se dieron cuenta de que no había marcha atrás.
Los tres primeros meses, es decir de agosto a octubre de 2013, dejaron de comprar ropa y artículos electrónicos o para el hogar. Más adelante renunciaron a ir a restaurantes, pagar por cortes de pelo o comprar gasolina. Empezaron a cocinar en casa y desplazarse en bicicleta o a pie, incluso durante los fríos días de invierno.
Tenían planeado dejar de comprar comida y cultivar en la fase final del experimento. Sin embargo, debido a la época del año en la que empezaron, no consiguieron producir sufienciente para autoabastecerse.
Lo más duro: dejar de ir a restaurantes y peluquerías
Según Julie, dejar de comprar ropa fue más sencillo de lo que había pensado. Lo más duro para ella fue renunciar a ir a cafeterías y restaurantes con amigos y no poder ir en su automóvil.“Para mí también fue fácil no comprar de ropa, pero prescindir de ir a la peluquería fue al principio difícil”, asegura por su parte Geoffrey.
Otro de los aspectos negativos del experimento Buy Nothing Year fue, explican, darse cuenta de que la palabra ‘amistad’ significa algo muy distinto de lo que creían.
“Al principio, muchos amigos se distanciaron de mí o yo de ellos porque nuestra amistad se basaba en salir y gastar dinero”, cuenta Geoffrey.
Lecciones aprendidas
Julie asegura que si ha aprendido algo durante este año ha sido a ser más consciente de su vida y de lo que ocurre a su alrededor.“Antes solía querer constantemente cosas, más cosas, mejores, más bonitas y más baratas [...]. Ahora siento que mi vida es más completa. Es un resultado espiritual que no esperaba en absoluto”, dice.
Para Geoffrey, la lección ha sido muy simple: “si uno quiere dinero, debe aprender a gestionarlo”.
Siete consejos para ahorrar
El reto fue duro al principio, pero Geoffrey y Julie consiguieron ahorrar una buena suma de dinero. Lograrlo no es tan difícil, aseguran. He aquí algunos de sus consejos:1. Revise sus cuentas mensualmente.
2. Si algo se rompe, arréglelo. Si quiere algo nuevo, hágalo con sus propias manos.
3. Si necesita algo, pídalo prestado o intercámbielo por otro artículo que tenga.
4. Cocine en casa.
5. Piense en lo que tiene y no en lo que necesita.
6. Cultive su propia comida.
7. Camine o vaya en bicicleta en lugar de desplazarse en automóvil.
RT
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