(El Kybalion):
Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.
(METAFÍSICA 4 EN 1, Conny Mendez):
LO QUE TÚ PIENSAS SE MANIFIESTA. "Los pensamientos son cosas". Es tu actitud la que determina todo lo que te sucede. Tu propio concepto es lo que tú ves, no solamente en tu cuerpo y en tu carácter, sino en lo exterior; en tus condiciones de vida: en lo material, sí, tal como lo oyes. Los pensamientos SON COSAS.
Si tú tienes costumbre de pensar que eres de constitución saludable, hagas lo que hagas, siempre será saludable. Pero cambias tu manera de pensar; te dejas infundir el temor de las enfermedades y comienzas a enfermarte. Pierdes la salud. Si naciste en la riqueza, es posible que siempre seas rico; a menos que alguien te convenza de que existe "el destino" y comiences a creer que el tuyo puede cambiar de acuerdo con los "golpes y reveses" porque así lo estás creyendo. Tu vida, lo que te ocurre, obedece a tus creencias y a lo que expreses en palabras. Es una ley. Un principio. ¿Sabes lo que es un Principio? Es una ley invariable que no falla jamás. Esta ley se llama:
EL PRINCIPIO DE MENTALISMO.Si en tu mente está radicada la idea de que los accidentes nos acechan a cada paso; si crees que "los achaques de la vejez" son inevitables; si estás convencido de tu mala o buena suerte; lo que quiera que tú esperes normalmente, en bien o en mal, esa es la condición que verás manifestarse en tu vida y en todo lo que haces. Ese es el por qué de lo que te ocurre.
No se está jamás consciente de las ideas que llenan nuestra mente. Ellas se van formando de acuerdo con lo que nos enseñan, o lo que oímos decir. Como casi todo el mundo está ignorante de las leyes que gobiernan la vida, leyes llamadas "de la Creación", casi todos pasamos nuestra vida fabricándonos condiciones contrarias; viendo tornarse malo aquello que prometía ser tan bueno; tanteando, como quien dice, a ciegas, sin brújula, timón, ni compás; achacándole nuestros males a la vida misma, y aprendiendo a fuerza de golpes y porrazos; o atribuyéndoselos a "la voluntad de Dios".
Tu voluntad, negativa o positiva, es el imán que atrae hacia ti los gérmenes, las circunstancias adversas o las buenas. Como ya hemos dicho, tu actitud negativa o positiva ante los hechos, determinan los efectos para ti.
CUALQUIER COSA QUE ESTÉS MANIFESTANDO; QUE TE ESTÉ OCURRIENDO CONTRARIA A LA ARMONÍA PERFECTA, O QUE TÚ MISMO ESTÉS HACIENDO O SUFRIENDO CONTRARIA A LA ARMONÍA PERFECTA, SE DEBE A UNA CREENCIA ERRADA QUE TÚ CREASTE, YA LO SABES, Y QUE POR REFLEJO ESTÁS LANZANDO HACIA AFUERA Y ATRAYENDO SU IGUAL, DEL EXTERIOR. NO TIENE NADA QUE VER CON TU YO SUPERIOR. ÉSTE CONTINÚA PERFECTO. SUS CONDICIONES Y SU SITUACIÓN SON PERFECTAS.
CADA PALABRA QUE PRONUNCIAS ES UN DECRETO. Positivo o negativo. Si es positivo se te manifiesta en bien. Si es negativo se te manifiesta en mal, si es contra el prójimo es lo mismo que si lo estuvieras decretando contra ti. SE TE DEVUELVE. Si es bondadoso y comprensivo hacia el prójimo, recibirás bondad y comprensión de los demás hacia ti.
"LO QUE DE LA BOCA SALE, DEL CORAZÓN PROCEDE"
San Pablo dijo: "SOMOS TRANSFORMADOS POR LA RENOVACIÓN DE NUESTRAS MENTES". Cada vez que te encuentres diciendo una frase negativa, sabrás qué clase de concepto errado tienes arraigado en el subconsciente, sabrás qué clase de sentimiento obedece: temor o desamor, atájalo, bórralo negándolo por mentiroso y afirma la Verdad, si no quieres continuar manifestándolo en tu exterior. Al poco tiempo de esta práctica notarás que tu hablar es otro. Que tu modo de pensar es otro. Tú y tu vida se estarán transformando por la renovación de tu mente.
Cuando estés en reunión de otras personas, te darás perfecta cuenta de la clase de conceptos que poseen y los constatarás en todo lo que les ocurre. Siempre que escuches conversaciones negativas no afirmes nada de lo que expresen. Piensa "NO LO ACEPTO NI PARA MÍ NI PARA ELLAS". No tienes que decírselo a ellas. Es mejor no divulgar la verdad que estás aprendiendo, no porque haya que ocultarlo sino porque hay una máxima ocultista que dice: "CUANDO EL DISCÍPULO ESTÁ PREPARADO APARECE EL MAESTRO". Por ley de atracción, todo el que está preparado para subir de grado es automáticamente acercado al que lo pueda adelantar, de manera que no trates de hacer labor de catequista. No obligues a nadie a recibir lecciones sobre la Verdad porque te puedes encontrar que aquellos que tú creías más dispuestos, son los que menos simpatizan con ella. A esto se refería Jesús cuando dijo: "NO DÉIS LO SANTO A LOS PERROS, NI ECHÉIS VUESTRAS PERLAS DELANTE DE LOS CERDOS, NO SEA QUE LOS PISOTEEN, Y SE VUELVAN Y OS DESPEDACEN".
(GÁLATAS)
6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Asumir la responsabilidad propia de actos y sus consecuencias. A partir de ahí, podemos tomar el mando de lo que nos sucede. Saber que todo tiene un por qué y todo puede ayudarnos a aprender, nos libera enormemente, pues las riendas de nuestra vida comienzan a estar en nuestras manos... Si seguimos culpando a otras personas, situaciones, a Dios o la Suerte, seguimos actuando sin caer en cuenta de las consecuencias de nuestros actos.
En la comprensión del ahora no se pierde la ilusión por las cosas o proyectos, sino que disminuye o se “pierde” lo que la genera:
Llega un momento en que los mecanismos generadores de ilusiones, disminuyen tanto en su funcionamiento, que nos parece haber perdido la ilusión por todo. Y cuando hago referencia a Ilusión, no me refiero a lo falso de la percepción de las cosas, sino al impulso que nos hace sentir encaminados a satisfacer un deseo.
Por ello, el deseo es apaciguado y la calma puede habitar en nosotros. No es sencillo eliminar todo deseo, pero en grados podemos ver como la fuerza de estos disminuye en su manifestación.
6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Asumir la responsabilidad propia de actos y sus consecuencias. A partir de ahí, podemos tomar el mando de lo que nos sucede. Saber que todo tiene un por qué y todo puede ayudarnos a aprender, nos libera enormemente, pues las riendas de nuestra vida comienzan a estar en nuestras manos... Si seguimos culpando a otras personas, situaciones, a Dios o la Suerte, seguimos actuando sin caer en cuenta de las consecuencias de nuestros actos.
En la comprensión del ahora no se pierde la ilusión por las cosas o proyectos, sino que disminuye o se “pierde” lo que la genera:
Llega un momento en que los mecanismos generadores de ilusiones, disminuyen tanto en su funcionamiento, que nos parece haber perdido la ilusión por todo. Y cuando hago referencia a Ilusión, no me refiero a lo falso de la percepción de las cosas, sino al impulso que nos hace sentir encaminados a satisfacer un deseo.
Por ello, el deseo es apaciguado y la calma puede habitar en nosotros. No es sencillo eliminar todo deseo, pero en grados podemos ver como la fuerza de estos disminuye en su manifestación.
Isaac Fernández de la Villa.
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