jueves, 29 de septiembre de 2011

SUFRIMIENTO E INSENSIBILIZACIÓN

Algo común, es culpar de nuestros males a todo aquello fuera de nosotros; al atasco de tráfico, al fuerte carácter de nuestro hermano, al insoportable jefe, al banco ladrón,..., y pocas veces consideramos tener nosotros la mayor parte de responsabilidad por sufrir, por no decir toda ella.

El Buscador, sabiendo que el sufrimiento surge dentro de nosotros, reconoce que es ahí donde hay algo que lo provoca; aunque este algo esté impulsado o condicionado por nuestra relación con el entorno.

Cuando sufrimos y vemos a otros sufrir por un mismo motivo, consideramos “normal” a nuestro sufrimiento, y ante un mismo suceso, aquella persona que no sufra como lo hacemos la “mayoría”, podremos considerarla fría e inhumana… Algo totalmente absurdo.
No sufrir, no significa no sentir, como ya vimos en capítulos anteriores. Por arrogancia, aquellos que eligen conformarse con sus sufrimientos para ignorar que pueden hacerlos desaparecer, no aceptarán que tal posibilidad sea posible. Sus orgullosas personalidades, no admitirán la existencia de otras posibilidades que no sean las que ellos plantean; “todos tienen que sufrir como yo sufro”, piensan y actúan para también seguir sufriendo como ellos creen que deben sufrir.
Hay personas más sensibles que otras, y algunas se hicieron insensibles anulando sus capacidades sensitivas o generadoras de sentimiento; endureciendo sus corazones, construyéndose castillos donde encerrados, evitar sentir el mundo más allá de sus murallas. Tales personas ya no sufren en muchos aspectos, pero siguen sufriendo, porque al mismo tiempo, lograron ser incapaces de sentir alegría, y esto los tornó seres infelices.
Ser felices no es dejar de sentir. Debemos tener esto muy en cuenta. Como Buscadores de la Felicidad tratamos de afrontar los sufrimientos de otra forma distinta a la insensibilización, la cual es fácil y efectiva de producir, pero nos incapacita poder ser felices, al tiempo que nos lleva al mundo de las aberraciones viciosas; porque serán sólo los grandes placeres sensorios, lo que supere nuestros muros de insensibilización, para lograr hacernos sentir vivos durante quizá, unas pocas horas o minutos… De esto que el sexo y las drogas en nuestras sociedades, se haya convertido en un modo de sentirnos vivos de vez en cuando; porque el resto del tiempo estamos muertos, insensibles dentro de nuestro castillo.
Como Buscadores de la Felicidad procuramos dejar de sufrir para no ser infelices, no para dejar de sentir y tampoco poder sentirnos felices, pero: ¿Es posible dejar de sufrir sin a la vez dejar de sentir?...

Incluido en EL BUSCADOR DE LA FELICIDAD. La Evolución del Ser (Parte 5). Descarga gratuíta en: http://www.bubok.es/libros/199379/EL-BUSCADOR-DE-LA-FELICIDAD-La-Evolucion-del-Ser-Parte-5 

Pues, SÍ...
Isaac Fernández de la Villa.

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