martes, 5 de julio de 2011

BUENA VOLUNTAD.



Una madre le dice a su hijo: 

- ¡Niño, tienes que hacer la cama!...

El niño contesta:
- ¿Para qué?, si después tengo que volver a deshacerla. 

La madre entonces, intenta manipular al niño para llevarle su comprensión sobre la necesidad de hacer la cama; con bases falsas, y le dice: 

- ¿Entonces, los platos sucios no se lavan porque después se van a volver a ensuciar?...

Aquí la madre pretende tener ventaja subestimando la inteligencia del niño, y supone que al no gustarle comer en un plato sucio, asimilará el ejemplo como válido y comprenderá la necesidad de hacer la cama. Ella quiere crear un momento de Darse Cuenta en el niño para que su comprensión genere el Osar que le lleve a Hacer la cama. 
Pero el niño ha crecido, y lo que antes le funcionaba a la madre para manejarlo a su antojo, ha caducado, y no le sirve. El niño descubre la falsedad en el planteamiento de su madre:

- Mamá, ese ejemplo no vale, pues si los platos no se lavan podemos caer enfermos por alguna infección, pero si la cama no se hace, no nos causará daño alguno. 

Aquí la madre sufre su primera derrota, pero no se rinde, pues las madres parecen estar hecha de un material invencible para luchar contra el espíritu revolucionario de sus hijos, y tratar de Condicionarlos a su imagen y semejanza, normalmente conservadora y dictadora; sobre todo cuando pretenden usar con sus hijos, esas mismas viejas pautas educativas provenientes de sus padres, de generaciones familiares pasadas… 

Los cambios evolutivos se han acelerado en estas décadas y exigen requerimientos educativos muy distintos: La educación será obsoleta mientras no sea capaz de ponerse al nivel evolutivo de las sociedades, y sobre todo, seguirá siendo obsoleta desde sus inicios, hasta que no se cambie las bases exclusivamente materialistas en la que se mueven; sólo para lograr un supuesto bien económico menospreciando la verdadera meta de todo ser humano, que no es otra que la de ser Feliz con mayúsculas. Siendo esta Felicidad, algo no sólo dependiente de lo material, sino del avance espiritual o de conciencia de cada individuo.

La madre ante la contestación lógica e irrefutable de su hijo, piensa unos instantes, y aceptando que el ejemplo de los platos acabó siendo desafortunado, cambia de estrategia: 

- Hijo mío, ¿sabes lo que son los ácaros?...

- Sí, arañitas pequeñas que no se ven pero que están por todas partes. 

- Pues si no haces la cama, esas arañitas la invaden. Ya sabes que se mueven con el polvo, y por la noche te picarán todo el cuerpo.

La madre se apunta un tanto, pues llamó la comprensión del niño, y le hace ver con razonamiento lógico sustentable, lo conveniente de hacer la cama. Pero los niños de la nueva era son más inteligentes de lo que creemos, y no tan fáciles de manipular. 

El hijo, tras Comprender, aceptando el Saber que su madre le ha proporcionado, genera la Osadía y decide emprender el Hacer:
Se acerca a la cama y agarrando las sábanas y el edredón, los hecha despreocupadamente por encima del colchón, para rápidamente volver a sus asuntos.
La madre ve la cama con el edredón todo arrugado. Para ella eso no es una cama hecha, porque en realidad no son los ácaros lo que le molesta, sino lo estético, lo superficial, el que una visita pueda llegar y ella presuma de una bonita casa.

Para el niño, hacer la cama se acaba cuando se termina con el carácter práctico de impedir que los ácaros la invada. Esto él lo considera Lógico, práctico y razonable para su bienestar físico, pero muy poco le importa presumir o aparentar, pues aún no está lo suficientemente Condicionado, programado para ello.

Ahora la madre puede actuar de dos formas. Rendirse ante una derrota por “KO”, o comenzar otra charla con el niño donde crear un condicionamiento que lo programe para actuar como ella quiere; quizá empleando técnicas de castigo y represión, o empleando de nuevo una comprensión lo embauque, ¿quizá haciéndole entender el bien que para ella sería que hiciese la cama como a ella le gusta?...:

La primera opción suele ser la acostumbrada en el pasado, la conservadora, la del antiguo testamento, la del miedo y el temor al dolor y al castigo, la que Jesús anunció caducada para que comenzáramos a emplear la segunda opción; la del amor compasivo, de la comprensión, el diálogo y el razonamiento lógico, la reflexión y el trato humano con Buena Voluntad de no crear discordias y mantener o crear armonía entre individuos y naciones: Esta es la Buena Voluntad que impulsará la nueva era en la que nos introducimos. 

(De el libro: EL BUSCADOR DE LA FELICIDAD. LA EVOLUCIÓN DEL SER. Parte 10. http://www.bubok.es/libros/204751/EL-BUSCADOR-DE-LA-FELICIDAD-La-Evolucion-del-Ser-Parte-10)
Isaac Fernández de la Villa.

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