ISAAC FERNÁNDEZ DE LA VILLA.
La verdad Absoluta no existe, pues aquella que manejamos para entendernos mediante la comunicación humana, de por sí indica en su definición el alejamiento de ella. Verdad puede definirse como: Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente. Y si toda verdad es un concepto de la mente humana, podrán existir tantas verdades como mentes, para concluir que ningún ser humano podrá tener verdades absolutas siempre que le fueron dadas por concepto mental: Si tenemos dos personas y uno tiene su verdad, que el otro considera falsa porque tiene otra distinta, definir cual es la verdad de las dos, significa advertir que toda verdad tiene su parte falsa. Por esto que el filósofo J. Krishnamurti dijo sobre la Verdad: “La Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La Verdad, al ser ilimitada, incondicionada, absolutamente inabordable por ningún camino, no puede ser organizada, ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente a lo largo de algún sendero particular.”
Así toda religión tiene su parte de verdad y su parte de falsedad, pero ¿qué importancia tiene el grado de verdad que tengamos en nuestros conceptos e ideas, cuando por sí sola no es capaz de llevarnos a la Felicidad con Mayúsculas?...
El simple conocimiento erudito sin su aplicación práctica sólo sirve para elevar nuestro orgullo intelectual, produciéndonos satisfacción con ello, pero si de esta forma quedamos satisfechos con nuestros conocimientos intelectuales , vanagloriándonos en este tipo de satisfacción que nos hace creer estar por encima de quienes no comprenden o saben lo que nosotros, viviremos en un paraíso temporal, falso e imaginario, estancados infinitamente lejos de esa Libertad desconocida, que ya Jesús la señalase diciendo: “La Verdad os hará Libres”… Y para llegar a las verdades que liberan mientras no tenemos conexiones metafísicas; telepatía con entidades superiores elevadas (llámense extraterrestres, Maestros, Ángeles, Cristo, la presencia Yo Soy,…), necesitaremos usar nuestro Razonamiento Lógico junto a enormes dosis de Sentido Común. De esta forma podemos indagar en los numerosos temas poco claros y muy tergiversados por las interpretaciones que otros le dieron, durante tiempos ya pasados y matizados además, por condicionantes culturales y personales muy distintos a los nuestros, más actuales: Temas poco claros que fueron consolidándose en nuestras culturas como verdades absolutas, por imposición en muchas ocasiones, o por insistencia y sutil programación mental en otras tantas.
Nuestro nivel de conciencia está alcanzando unos niveles que permiten a la humanidad revisar con inteligencia nuestras viejas creencias para saltar cuánticamente en sus interpretaciones; sobre todo en aquellas concernientes a la evolución humana y su relación con aquello que se llamó Dios, porque no importando si creemos o no en tales cosas, formaron las bases de nuestra civilización y somos inevitablemente afectados por ello cada día… Y para quienes pretenden imponer sus creencias a la fuerza llamando a todo lo que las cuestione “maniobras del diablo”, decirles que el Razonamiento Lógico siendo parte de nuestra Inteligencia, es por ende una herramienta divina dada por lo que llaman Dios, para uso del hombre: Pues, ¿de qué sirve que Dios haya otorgado a la humanidad la cualidad de razonar, si quienes pretenden ser sus portavoces obligan a creer ciegamente en lo que ellos dicen sin utilizar tales talentos?... Esto sería actuar como aquel que enterró el talento bajo tierra en la parábola de los talentos (tipo de moneda usada en la época en la cual se creó la parábola)... A quien le fue dado el talento para Razonar, ha de multiplicar su razonamiento para llegar a verdader más elevadas; tal es la sabiduría de dicha parábola aplicada.
Los tiempos de pueblos con dura cerviz están acabando y las ovejas dejando de necesitar pastores exteriores, para ir necesitando encontrar los caminos que les lleven hacia el gran pastor de cada cual; el guía interno, aquél que Jesús llamaba Padre, y que en llevarnos a su contacto es en lo que fracasaron la mayoría de las religiones; sobre todo las basadas en una Biblia manipulada desde su creación para propiciar la sumisión de las masas a los poderes reinantes de la época, ya fuesen militares o religiosos: Y esto se mantiene hasta nuestros días, aunque tales poderes se reciclan continuamente cambiando de cara, aunque sus pies siguen pisando nuestros cuellos.
La verdad Absoluta no existe, pues aquella que manejamos para entendernos mediante la comunicación humana, de por sí indica en su definición el alejamiento de ella. Verdad puede definirse como: Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente. Y si toda verdad es un concepto de la mente humana, podrán existir tantas verdades como mentes, para concluir que ningún ser humano podrá tener verdades absolutas siempre que le fueron dadas por concepto mental: Si tenemos dos personas y uno tiene su verdad, que el otro considera falsa porque tiene otra distinta, definir cual es la verdad de las dos, significa advertir que toda verdad tiene su parte falsa. Por esto que el filósofo J. Krishnamurti dijo sobre la Verdad: “La Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La Verdad, al ser ilimitada, incondicionada, absolutamente inabordable por ningún camino, no puede ser organizada, ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente a lo largo de algún sendero particular.”
Así toda religión tiene su parte de verdad y su parte de falsedad, pero ¿qué importancia tiene el grado de verdad que tengamos en nuestros conceptos e ideas, cuando por sí sola no es capaz de llevarnos a la Felicidad con Mayúsculas?...
El simple conocimiento erudito sin su aplicación práctica sólo sirve para elevar nuestro orgullo intelectual, produciéndonos satisfacción con ello, pero si de esta forma quedamos satisfechos con nuestros conocimientos intelectuales , vanagloriándonos en este tipo de satisfacción que nos hace creer estar por encima de quienes no comprenden o saben lo que nosotros, viviremos en un paraíso temporal, falso e imaginario, estancados infinitamente lejos de esa Libertad desconocida, que ya Jesús la señalase diciendo: “La Verdad os hará Libres”… Y para llegar a las verdades que liberan mientras no tenemos conexiones metafísicas; telepatía con entidades superiores elevadas (llámense extraterrestres, Maestros, Ángeles, Cristo, la presencia Yo Soy,…), necesitaremos usar nuestro Razonamiento Lógico junto a enormes dosis de Sentido Común. De esta forma podemos indagar en los numerosos temas poco claros y muy tergiversados por las interpretaciones que otros le dieron, durante tiempos ya pasados y matizados además, por condicionantes culturales y personales muy distintos a los nuestros, más actuales: Temas poco claros que fueron consolidándose en nuestras culturas como verdades absolutas, por imposición en muchas ocasiones, o por insistencia y sutil programación mental en otras tantas.
Nuestro nivel de conciencia está alcanzando unos niveles que permiten a la humanidad revisar con inteligencia nuestras viejas creencias para saltar cuánticamente en sus interpretaciones; sobre todo en aquellas concernientes a la evolución humana y su relación con aquello que se llamó Dios, porque no importando si creemos o no en tales cosas, formaron las bases de nuestra civilización y somos inevitablemente afectados por ello cada día… Y para quienes pretenden imponer sus creencias a la fuerza llamando a todo lo que las cuestione “maniobras del diablo”, decirles que el Razonamiento Lógico siendo parte de nuestra Inteligencia, es por ende una herramienta divina dada por lo que llaman Dios, para uso del hombre: Pues, ¿de qué sirve que Dios haya otorgado a la humanidad la cualidad de razonar, si quienes pretenden ser sus portavoces obligan a creer ciegamente en lo que ellos dicen sin utilizar tales talentos?... Esto sería actuar como aquel que enterró el talento bajo tierra en la parábola de los talentos (tipo de moneda usada en la época en la cual se creó la parábola)... A quien le fue dado el talento para Razonar, ha de multiplicar su razonamiento para llegar a verdader más elevadas; tal es la sabiduría de dicha parábola aplicada.
Los tiempos de pueblos con dura cerviz están acabando y las ovejas dejando de necesitar pastores exteriores, para ir necesitando encontrar los caminos que les lleven hacia el gran pastor de cada cual; el guía interno, aquél que Jesús llamaba Padre, y que en llevarnos a su contacto es en lo que fracasaron la mayoría de las religiones; sobre todo las basadas en una Biblia manipulada desde su creación para propiciar la sumisión de las masas a los poderes reinantes de la época, ya fuesen militares o religiosos: Y esto se mantiene hasta nuestros días, aunque tales poderes se reciclan continuamente cambiando de cara, aunque sus pies siguen pisando nuestros cuellos.
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