Si tuviéramos un botón para dejar de sufrir, incluso de forma física, ¿lo pulsaríamos?...
Podemos pensar que sufrir no sirve para nada, que es un castigo o error de nuestro diseño con fácil solución; unas cuantas pastillas, y drogados ya corregimos el defecto… Pero en realidad tiene una función muy importante que solemos menospreciar.
La Naturaleza en su expresión responde a parámetros perfectos que realizan los ajustes necesarios para mantener el Equilibrio en todo lo manifiesto. Por ello las leyes naturales son la base de todo trabajo científico.
El Buscador de la Felicidad con Mayúsculas, sabe que la naturaleza es Sabia, y su manifestación, perfecta, así la toma como ejemplo a seguir, o para sus razonamientos, ya que como ser humano, él pertenece a ella y está sujeto a sus leyes.
Si consideramos que la naturaleza crea de forma perfecta y es capaz de autoequilibrarse, el dolor, también presente en los animales, debe ser una manifestación perfecta que tiene su función.
Todo lo que vemos en la creación natural tiene su motivo, su causa de existir, aunque discrepemos en esto si ignoramos el motivo, y quizá pensemos que el sufrimiento es un castigo. Pero si fuese un castigo, significa que ha de haber una causa primaria que origina ese resultado de castigo; debería haber parámetros que determinen la manifestación del mismo.
Hay leyes humanas que de ser trasgredidas pueden llevarnos a ser castigados con privación de libertad, pero en la creación natural, ¿quién o qué, querría castigar a unos animales que también sufren dolor como el hombre, aunque actúen por instinto y desconozcan lo que es el bien y el mal?...
El dolor no puede ser un castigo, ni para seres humanos, ni para los animales, que no sólo sufren en lo físico, pues un perrito gime cuando lo dejamos encerrado en casa, y vemos los gestos desesperados en algunas especies, como cuando alguna hembra pierde a su cría. Esto demuestra que el Sentir de algunos animales supera con creces los niveles del sufrimiento físico, acercándose a los sentimientos humanos.
Castigar a un animal que actúa por instinto sin que haya sido educado por humanos, sería como castigar a un bebé cuando se orina encima de nosotros mientras le cambiamos el pañal. Ellos no son conscientes de sus actos ni de las consecuencias que de ellos se derivan, de ahí que el dolor, esté con nosotros para algo más que satisfacer caprichos de una creación natural perfecta: El sufrimiento no puede ser un error ni un castigo, entonces…:
¿Para qué puede servir el Sufrimiento?...
Incluido en EL BUSCADOR DE LA FELICIDAD. La Evolución del Ser (Parte 6). Descarga gratuíta en:
ISAAC FERNÁNDEZ DE LA VILLA.
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