Cuando decimos o sentimos; Alguien nos ha traicionado, podemos considerarlo como un juicio hacia alguien que actuó en forma que no esperábamos. Ligado a cierto sentir de decepción, hasta aquí es fácil comprender que una decepción nos puede llevar al sentimiento de traición, cuya fuerza será dependiendo de la confianza que pusimos en que los resultados en cuestión se diesen de otra forma…
Superficialmente es sencillo llegar a comprender esto, pero, ¿qué puede haber más allá de los superficial?... Para determinar que algo es traición, la sabemos qué es desde antes del hecho; ¿quizá cuando la decepción proporcionada por el derrumbe de una imagen creada, o imaginación de que algo fuese de tal forma para darnos cuenta que no era así, nos hizo sufrir, nos dolió?... Da igual el grado de malestar que experimentamos, claro está que no nos gusta sufrir, pero con nuestra imaginación y con la abundante programación mental a la que estamos sometidos, podemos crear imágenes temporales sobre todo lo material, durante el tiempo que tengamos un cuerpo con mente creativa, que imagina lo que debe y cómo debe ser todo a su alrededor según su conveniencia, según su ideal, y está bien. Podemos imaginar que seremos felices con tal o cual cosa, o con tal o cuales personas a nuestro servicio, a nuestra utilidad, a nuestra conveniencia, así pasaremos el tiempo empleando energías en crear en lo material nuestro paraíso terrenal, siempre dependiente de someter las energías materiales a nuestra voluntad, a nuestro esfuerzo y lucha constante contra aquello que no entre en alineamiento a nuestra idea, a nuestro ideal… Los cementerios están llenos de personas que así hicieron, y también las calles de muchos lugares del mundo siguen llenos de tales personas, que si bien creen llegar o haber llegado a sus paraísos personales, las funerarias ya cuentan con ellos como futuros clientes, y les ofrecen lujosos ataúdes, o emotivos jarrones donde perpetuar sus grandes fantasías con unos gramos de cenizas a poder ser disipadas por el planeta… Quien quiera seguir en este camino está bien, lo mejor es no reflexionar sobre bases más profundas, donde la motivación del deseo hacia una imagen creada nos incomode con la advertencia de que existen otras posibilidades de sentirnos en el paraíso independientemente de lo que se esté gestando a nuestro alrededor.
En el tema de la traición, podemos observar más allá de la decepción; la imagen creada que se desmorona, y la no aceptación de que sea así... pero podemos ir más allá… Considerando que tanto se habla en el “mundo espiritual comercial” que lo que se nos mueve o remueve nos corresponde; ¿qué se nos puede estar moviendo en cuanto a una supuesta traición?... Ojo, que estamos considerando la palabra traición como un sentir particular por un hecho con determinados condicionantes, no desde el juicio de malo o bueno, aunque nos suela ser desagradable. Si por ejemplo esperábamos que un amigo o compañero de camino hiciese alguna cosa que no hace, o dejase de hacer alguna cosa que esperábamos siguiese haciendo, puede surgir este sentimiento de traición, o decepción, como quiera considerarse según la fuerza y movimientos empleados para cambiar lo que es. Desde esta perspectiva podemos enfocar la responsabilidad en lo externo, en él, nuestro hasta entonces compañero de camino, y echarle toda la culpa de nuestro sentir, o podemos decir que nosotros creamos tal situación por confiar en él, para culparnos o responsabilizarnos nosotros; dependerá de si nos habituamos a culpar fuera o culparnos dentro, a responsabilizar fuera o responsabilizarnos nosotros, lo cual puede hacer aflorar tanto sentimientos de superioridad; “se equivocan los demás” o de baja autoestima; “no sirvo pa na”... ¿Y si quitamos la culpa o la responsabilidad?... ¿Qué sucede si quitamos el juicio por completo de malo bueno responsable o irresponsable?... Los egos inflados se retuercen con tal cuestión, pues posicionados en el poder culpar a otros, o en el mismo poder de asumir la culpa del mundo se sienten poderosos y participantes importantes de todo lo que sucede… ¿Somos capaces de observar el asunto sin juicio?... ¿Qué queda entonces?... Me interesa profundizar en el tema, o no me interesa: SIENTO LA CONVENIENCIA DE DESVELAR QUÉ SUCEDE PARA COMPRENDER Y QUIZÁ EVITAR VIVIR EN UN BUCLE CONSTANTE DE TRAICIONES CREYENDO QUE FLUYO CON LA EXISTENCIA (MUY DE MODA), O NO ME INTERESA, QUIZÁ PARA SEGUIR SINTIENDOME PODEROSO SEA EN EL LADO QUE SEA DONDE MI EGO SE SIENTA CÓMODO EXPRESANDO SUS JUICIOS SOBRE LO QUE SUCEDE. La decisión es de cada cual, y cualquier decisión estará bien pues no a todos nos interesa lo mismo. Yo elegí indagar y observé que aparte de la típica decepción superficial del darnos cuenta que tanto otros como nosotros no siempre actuamos como los demás esperan o esperamos que actúen, según nuestra perspectiva, existe un profundo YA NO ME INTERESA, porque ya lo experimenté… Por ejemplo, si alguien en la “nueva era comercial espiritual” siente, cree, en que por su propia necesidad de participar en aquello llamado "el sexo libre", en el poder cambiar de plato cada cierto tiempo, le hace más libre y espiritual, puede pretender y esperar que todos lleguemos a tener tal aspiración, o necesidad, sólo porque él se siente ejemplo de algo, y quizá logre adeptos y cree moda cuando ejerza una poderosa argumentación verbal, con emotivos discursos que avalen sus ideas llenas de necesidades personales de un mundo a su medida. De esta forma, quien actúe de otra forma no estará a su altura, y quizá pueda sentirse traicionado si confió en que todos han de llegar a lo que él siente o cree que deben llegar (a su idea)… Esto suele ser común en nuestra estructura social, y habremos experimentado intentos de otros para vendernos su moto, su película, viendo sus caras de decepción cuando decidimos no seguirlas o unirnos a ellos, da igual nuestros motivos… Los “seudoespirituales” nos dirán que estamos programados, o dormidos, y quizá sea cierto desde sus puntos de vista, y en cuanto a sexo, quizá no participamos del sexo libre porque nos dijeron que con una pareja es suficiente, o quizá porque decidimos hacer voto de celibato, y es igual, pues cuando ya no nos guste lo que vemos, quizá sea hora de preguntarnos ¿podemos cambiarlo?... y ya está…
Cambiamos de perspectiva sobre la traición, y tenemos a quien se dio cuenta que buscar en lo material, en lo sexual, en lo mundano aquello que creemos ser la felicidad, es dependencia material, carnal, para un ser inmaterial, energético, y toda búsqueda de la felicidad fuera, aunque sea pareja, es una necesidad de solventar una carencia propia de la experiencia terrenal; ya experimentó la búsqueda en estos terrenos, para darse cuenta a donde le llevan y decidir no seguir en lo mismo… Entonces esta persona se encuentra con una persona “muy espiritual” que cree que su camino es el adecuado para todos, con métodos de convencimiento y manipulación tan depurados, que tendrá que decir constantemente que no los tiene, que no existen métodos, y demás frases de moda por la cultura de la Oshoidiotación, tan de moda que en el “mundo espiritual comercial”, donde ya no ligas si no te sabes unas cuantas frases de unos cuantos cadáveres de moda, aunque sean del siglo pasado (tan de moda como para nuestras abuelas ir a misa los domingos y rezar el rosario), para perpetuar el bucle. La persona que entendió la frase de Osho: “todo en la existencia es sexual”, como “puedo tener sexo con y cuando quiera sin importar las mañas que use y sin sufrir consecuencia alguna”, ahora, aparte de altamente espiritual, por supuestamente seguir a Osho (de moda en lo espiritual comercial), puede abanderar el sexo libre pese a las consecuencias, y procurará a su alrededor personas con tal necesidad, pues el sexo con uno mismo no se disfruta tanto, ¿verdad?... (y luego hablan de comunión interna)… y está bien, hasta hay águilas que cazan en grupo…
Tenemos entonces que la persona que sintió y comprendió su traición hacia sí mismo cuando buscaba placeres o la felicidad en lo material, se dio cuenta de lo absurdo, y sentirá el rechazo al intento de manipulación sobre él, por parte de quien aún necesita de otros para su proyecto de sexo libre… Esto no quita que sea buena persona, pues no todos los que manipulan son conscientes de ello ni lo hacen en reconocimiento del daño que pueden ocasionar; desconocen la ley de causa y efecto. ¿Confió nuestro amigo en tal persona, pues sintió su corazón y sus posibilidades junto a sus altas aspiraciones?... pero todo llega a un punto tarde o temprano, que lo oculto sale a la luz, las máscaras ocultas no se sostienen mucho tiempo cuando se enfrentan a ciertos movimientos. SE DESHATAN LOS INFIERNOS, y salen entramados propios de telenovela latinoamericana, así podemos ir a cursos “espirituales” de diversas índoles y en ciertos momentos parece que estamos en salones de peluquerías, escondemos la máscara espiritual, y sacamos la de Marujona; sobre todo cuando tratamos con carencias del primer chacra, de lo sexual, donde el conflicto se presenta montando y representando películas que justifiquen nuestras carencias ante un camino espiritual que sentimos su llamado y no queremos desprendernos de ciertos placeres dependientes de que otros nos los proporcionen… Ante esto, quien pasó y comprendió tales entramados puede que ya no les interese, ya no por rechazar algo, el sexo o cualquier otra cosa u experiencia, no se trata de rechazo, y el aparente sentimiento de traición o decepción, por acontecimientos que sobre él precipitaron a sus espaldas, fue cambiado a un claro: NO ME INTERESA TU PELI PORQUE SÉ A DONDE LLEVA, YA ANDUVE POR ESE CAMINO, PUES ME TRAICIONÉ A MI MISMO MUCHAS VECES…
Llega un momento en que “La traición” o “decepción”, se convierte en experiencia, aprendizaje, sabiduría, que se traslada a decir: YA NO ME INTERESA. Aunque no siempre logremos que las circunstancias sean propicias para expresárselo a otros tan claro, pues muchos no escuchan más que sus ideas y proyecciones hacia los demás, así que en más de una ocasión, lo mejor es dar un portazo y ¡ HASTA LUEGO LUCAS!!!…quizá en otro momento podamos dialogar todos sin tantas limitaciones conceptuales o entramados de control de unos sobre otros, donde los de gran elocuencia tendrán mayoría de adeptos que lanzar contra los que no los tienen ni le interesa tenerlos: En la “nueva era espiritual comercial” se sigue crucificando a Jesús todos los días por esto mismo.
Isaac
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