Las circunstancias parecen seguir un patrón que señala un resultado. El resultado sería un empuje hacia el camino de la escucha interna. Un pararse a oír la voz interior con su merecido tiempo en espera de una respuesta ajustada a la necesidad del asunto. La necesidad viene indicada por la no impaciencia, parámetro requisito, infalible en su predicción cuando se halla presente en la pregunta interna. Todos los resultados obtenidos por medio de ansiedades o necesidades, causadas por deseos de concluir al instante algún asunto, pueden contener una lección que empuja al camino de la quietud: un muro de ladrillos con el cual chocarnos y saliendo lastimados, nos obliga a detenernos, por necesidad de sanación, en espera de indicaciones.
El tiempo es ingrediente principal de estos trabajos alquímicos, junto con otros como, las relaciones, sea forma de personas que nos “defraudan”, o “engañan”, o en forma de cosas “que no funcionan” o “nos detienen”… Las comillas indican la falsedad de las palabras desde un punto de lenguaje más elevado, trascendente ya de las circunstancias meramente materiales… Así podría ser el camino de tales asuntos, de tales circunstancias, tras ellas, siempre un impulso evolutivo perfecto.
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